Roentgen
estaba investigando los conocidos rayos catódicos para encontrar nuevas
propiedades topándose accidentalmente con algo novedoso; sin motivo aparente
apareció una luz verde cerca del tubo donde fluían los rayos catódicos para
encontrar nuevas propiedades y precisamente en una pantalla que estaba cubierta
de cinurio de bario que se encontraba en la mesa. La pantalla absorbía unos
rayos invisibles y desconocidos y los volvía a radicar con la luz verde y a
estos rayos los llamo rayos X .
Los
rayos X se producen siempre que se bombardea un objeto material con electrones
de alta velocidad. Gran parte de la energía de los electrones se pierde en
forma de calor; el resto produce rayos X al provocar cambios en los átomos del
blanco como resultado del impacto. Los rayos X emitidos no pueden tener una
energía mayor que la energía cinética de los electrones que los producen. La
radiación emitida no es monocromática, sino que se compone de una amplia gama
de longitudes de onda, con un marcado límite inferior que corresponde a la
energía máxima de los electrones empleados para el bombardeo.
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